miércoles, 27 de abril de 2011

Nicolás Peralta, la sombra que persigue a los famosos a todas partes



Nota publicada el domingo 03 de abril de 2011, por el suplemento "Zona", del diario "La Verdad" de la ciudad de Junín, provincia de Buenos Aires.

Escribe: Magalí V. Laboret

Nicolás Peralta nació en el pueblo de Ascensión. A los 17 años se fue a Buenos Aires a estudiar periodismo. Siempre se sintió fascinado por el mundo del espectáculo. Soñaba con estar cerca de los famosos. Hoy disfruta de ser el periodista estrella de “Pronto”, una de las revistas de farándula más vendidas del país.

Desde que era pequeño, Nicolás se sintió atraído por el mundo de los artistas. En sus vacaciones de verano se iba a las puertas de los teatros, en Carlos Paz o Mar del Plata, para verlos sólo unos minutos. Siempre supo que quería estar rodeado de gente famosa. No sabía si era por periodismo, por relaciones públicas o por cualquier otro trabajo que implique estar relacionado con personas de la tele. Por eso, cuando dos amigos del secundario le propusieron ir a estudiar a Buenos Aires, no lo dudó ni un instante. “Me di cuenta que tenía que ir, porque los famosos están allá”, contó.

-Finalmente, elegiste periodismo. ¿Dónde estudiaste?

-Me anoté para estudiar comunicación en la UBA y en los ratos libres me iba a la puerta de América. Ahí estaba “Almorzando con Mirta Legrand” y salían los invitados. Yo quería verlos, charlar y sacarme fotos. Un día en el Alto Palermo me encontré, en el patio de comidas, con Carlos Monti y Susana Rocasalvo. Ellos conducían “Rumores”. Yo los veía. Los paré y les dije que era estudiante de periodismo, que quería trabajar en el medio, en el espectáculo y me recomendaron TEA, que es una escuela de periodismo terciaria. Entonces me anoté y las hice a la par.

-¿Cómo surge trabajar para “Pronto”?

-Cursé los tres años en TEA y cuando me recibí, justo llaman de revista “Pronto”. Querían un chico para una pasantía. El director de TEA me recomendó porque me había recibido hacía dos meses. Tuve la entrevista con otros cinco chicos y me dijeron creemos que sos vos. Me tomaron una “supuesta” prueba pero no duró nada, porque como yo consumía revista “Pronto”, sabía cómo se escribía, sabía el estilo, sabía todo. Y quedé. Y al mes me efectivizaron. Entré en Marzo del 2007 y al mes ya tenía recibo de sueldo. Mis compañeros periodistas me decían que no lo podían creer porque en estos 12 años de la revista pasaron 30.000 chicos haciendo pasantías y nunca jamás sucedió que venga alguien y que al mes lo efectivicen. Ellos estuvieron 5 años en negro y luchando un montón. Lo mío fue como tocado por una varita mágica.

Nicolás era fanático de la revista “Pronto”. La leía todas las semanas. Conocía su estilo, su manera de titular y a todos los periodistas que escribían. Consumía Liliana Podestá, Mariano Caruso. Todo lo relacionado con el mundo del espectáculo. “Me acuerdo que la primer semana firmé cinco notas. Cuando vi mi nombre Nicolás Peralta en la revista “Pronto”, dije no lo puedo creer”, dijo.

-¿Cuándo salió por primera vez tu firma en la revista, qué pasó en Ascensión?

-Fue un revuelo. Mi papá se encargó de desparramarlo por todos lados y se armó una cosa re linda desde entonces. Me siguen apoyando. Compran la revista todas las semanas para ver a quién entrevisté. Y eso es re lindo. Por ahí ven que una semana estoy con Moria, otra con la Sole Pastoruti. Ya entrevisté a todos los personajes, hace 4 años y medio que estoy. Fue todo muy loco.

-¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

-Me gusta todo en realidad, lo disfruto mucho. Pasa el tiempo y lo sigo disfrutando como el primer día, me encanta. A parte me fui haciendo, no sé si amigo, porque es difícil ser amigo de alguien que después tenés que entrevistar, pero tengo un muy buen trato con todos los famosos. Me pasa que hay gente que me considera su amigo, me invita a su casa o a su cumpleaños. De repente nos encontramos una noche comiendo y cae Juanita Repetto o alguno de “Casi Ángeles”. Me fui haciendo buena relación y eso es lo que más me gusta. Todavía no encontré algo que no me guste.

-¿Cuál fue tu mejor nota?

-Me encantó entrevistar a Silvia Süller. No sé si fue la mejor nota, pero me gustó mucho. Fue en el 2007, cuando ella estuvo en bailando. Me costó horrores conseguirla porque yo era nuevo y la mina cada tres días me cambiaba el celular. Llegó un momento en que tuve veinte celulares de Silvia Süller. Mi jefe me decía que no la iba a conseguir porque la mina estaba loca. Pero me empeñé y la conseguí. Y después me gustó mucho entrevistar a Marcelo Tinelli en Bolívar, su pueblo natal. Fui a cubrir la maratón y el tipo después de correr y de todo, me atendió en la municipalidad. Me dio una entrevista que fue como charlar con un tío, es el dueño de la televisión y de repente te abre el corazón y te empieza a contar su infancia. Eso está bueno.

-¿Te gustaría trabajar en otros medios de comunicación?

-Estoy muy cómodo en “Pronto”. El año pasado estuve trabajando en Telefé, en “AM” un programa de la mañana. El segmento era “Siempre los estamos mirando”. Y éramos periodistas de una revista, hablando de los famosos en la redacción. Está inspirado en un programa de EE.UU. Me llegó la propuesta por Augusto Tartufoli, que es el periodista de espectáculo de “AM” y el editor de “Pronto”, es mi jefe y entonces me dijo “vos tenés que estar, porque vamos a ser cuatro periodistas. Tres malos y vos vas a ser el bueno. Mientras el resto critica a los famosos, vos salís a defenderlos. No te queda otra chance, porque sos bueno, porque te quieren todos y a hasta porque tenés cara de bueno”. Eso en Ascensión fue un revuelo tremendo. El primer día me empezaron a llamar todos por teléfono. El segmento duraba cinco minutos, pero Telefé a la mañana lo mira todo el mundo y más en un pueblo, dónde todos saben quién soy, quiénes son mis papás, cómo fue mi vida. Entonces me encantó. Me llamaron de todos lados, mis compañeros de la facultad, famosos, gente con la que tengo buena onda. La experiencia de la tele me gustó y este año supuestamente volvemos. También me encantaría hacer radio en algún momento. Hice un programa en Munro cuando todavía no estaba trabajando para la revista. Era el columnista de espectáculos y me iba a hacer todas las notas con los artistas. No tenía contactos. Hoy si levanto el teléfono, sé que me atiende Jesica Cirio, pero en su momento no. Entonces me iba a la puerta de los teatros, los entrevistaba, llevaba el casete y lo pasábamos al otro día en la radio. Muy a pulmón, pero estuvo bueno.

A pesar de conseguir trabajo rápidamente en el mundo del espectáculo y de obtener su título de periodista en TEA, Nicolás continuó sus estudios en la Universidad de Buenos Aires, para obtener su licenciatura. “Me parecía que me daba formación. Los tres años de periodismo en TEA estuvieron buenísimos pero fueron prácticos, no tuve nada de teoría. Me enseñaron a pararme frente a una cámara, a hacer un programa de radio, a escribir una crónica periodística para un diario, una revista, pero la formación la necesitaba. Además ya había cursado cuatro años y me quedaba muy poco, ya había pasado la mitad del vaso, entonces la tenía que terminar” comentó.

-¿Te sentiste juzgado por tu trabajo? Es una facultad muy crítica.

-No, para nada. Era una contradicción total porque de repente cursaba a la mañana Historia Latinoamericana en Sociales de la UBA y a la noche tenía el cumple de Karina Jelinek. Era muy incompatible, pero a mí me encantaba. Eso nunca me molestó. Mis compañeros se reían cuando yo llevaba anécdotas o contaba que había estado en el cumpleaños de Luciana Salazar o en una producción con Emilia Attias.

-¿Sentís que en el fondo a todos les gusta?

-A todo el mundo les gusta. Lo descubrí con profesores que son súper eruditos y que son unos capos en semiótica o en otras materias. Por ahí yo contaba tal detalle de algún famoso y todo el mundo paraba la oreja. Además, le llevaba todas las semanas la revista a Mónica, mi profesora del Taller Anual de la Orientación de Periodismo, en la UBA, y ella me decía “Nicolás no sabes qué felicidad me das los fines de semana, cuando yo bajo de todo el mundo filosófico y de las letras y me pongo a leer notas sobre Susana Giménez”. Y eso está bueno.

-Ya terminaste de dar todos los finales, ahora te queda entregar la tesis, ¿sobre qué estás escribiendo?

-Estoy haciendo un estudio antropológico sobre la farándula. Es una locura. Estoy haciendo desde qué es la farándula, qué son los famosos visto desde una lupa semiótica y antropológica y por qué la gente tiene fascinación por los famosos. Es un delirio. Aplico conceptos de psicología y tengo todos los contactos. Para le tesis entrevisté a Moria, Celina Rucci, Panam, Evangelina Carroso, a gente de todos los aspectos del mundo artístico.

A Nicolás le interesa todo el espectáculo. Sus sitios de Internet son “Primicia Ya” y todos los de chimentos. Consume otros medios, lee diarios y se informa sobre la actualidad. Todavía no tiene página propia pero utiliza todas las redes sociales. “Estoy fanático de Twitter, tengo 27.000 seguidores, que es una locura. Jésica Cirio tiene 15.000 y yo tengo 27.000. Tiene que ver con que se armó un grupo gigante de fans de Casi Ángeles, saben que soy muy amigo de casi todos y siempre subo fotos mías con los chicos. A partir de ahí se empezó a generar mucho”, explicó.

-¿Y vas seguido a Ascensión? ¿Qué es lo que más extrañás?

- Trato de ir una vez cada mes y medio. Los fines de semana largos aprovecho y voy. Tengo a mis papás, mis abuelos, mis amigos. Varios de mi grupo de colegio están en Buenos Aires y salimos siempre. Soy como un bicho medio raro, porque soy del medio del campo pero no tengo ni idea qué se siembra en cada época del año, no tomo mate y le tengo terror a los animales. Pero sí, extraño los asados de mi papá y mi abuelo que me encantan y juntarme con mis amigos.

-¿Qué dicen tus amigos de tu trabajo? ¿Te piden que les presentes algún famoso?

-Mis amigos están felices, yo los integro. El sábado pasado tenía al cumpleaños de Jésica Cirio y llevé a todos mis amigos de Ascensión. No pueden creer estar en el cumpleaños de Cirio y en un vip de un boliche de Recoleta, es raro. Yo ya me acostumbré y me encanta que ellos se metan.

-¿Qué pasa cuando vas a Ascensión? ¿Qué te preguntan los vecinos?

-Cada vez que voy a Ascensión me quieren hacer notas en el diario local “El Tribuno”, en la radio local. Yo voy siempre y cuento. Les encanta que cuente historias o chimentos. Me reciben con los brazos abiertos como si fuese Tinelli volviendo a Bolívar. El 28 de febrero fui al festival “Ascensión vuelve a cantar y fue la Sole Pastoruti. Fue un revuelo. Yo la conozco desde antes y me recibió en el camarín. Estaba todo el pueblo queriendo saludarla y yo le hice la nota que salió en “El Tribuno” y en “Pronto”.


lunes, 4 de abril de 2011

Con la vocación en la sangre


Nota publicada el día 20/03/11, por el suplemento "Zona" del diario La Verdad de la ciudad de Junín, provincia de Buenos Aires.

Escribe: Magalí V. Laboret

Florencia Salvador tiene 25 años. Nació en Capital Federal pero su infancia y adolescencia la vivió en la ciudad de Chacabuco. A los 17 volvió a Buenos Aires para estudiar periodismo. Hoy es la autora de “Siempre”, un libro de micro relatos que fue publicado en 2009 y presentado en la feria de Frankfurt el año pasado. Además es asistente de redacción de la revista “Fuera de hora”, tiene un blog con sus creaciones y organiza un concurso de cuentos.

-¿Siempre quisiste ser periodista?

Mi mamá trabajó en La Nación durante 16 años. Desde que yo nací hasta que nos fuimos a vivir a Chacabuco. Y la redacción era un lugar interesante. Tenía curiosidad, caminaba por los pasillos, conocía a todo el mundo y todo el mundo me conocía a mí. Entonces el estar ahí, en ese ámbito periodístico, me hizo periodista de alguna manera. Le podría echar la culpa tranquilamente, pero lo decidí yo. Me gustaban en ese momento las máquinas de escribir y que los periodistas fumaran. Ver a una persona como profesional, como periodista. Era como Rodolfo Walsh se ve en la típica foto. Entonces me atrajo esa idea y me veía ahí. Fui creciendo y considerando otras carreras. Me gustaba derecho, arquitectura, todas cosas de construir. El derecho por ahí no tanto. Pero me gusta eso de defender, a través del periodismo o del derecho. Me venía siempre por ese lado. Y un día me preguntaron que quería ser y me anoté en periodismo.

-¿Dónde estudiaste?

Me anoté en la UBA. Empecé el CBC y cuando lo terminé me di cuenta que mi idea de periodismo no iba por ahí, no me lo imaginaba todavía. Me gustaba y era interesante, estaba en la UBA pero me mataban con 17 años. Entonces cuando terminé el CBC, cuando tenía que empezar a hacer la carrera, un amigo mío me dijo que probara en TEA. Y fui e hice eso, me anoté y después vi. Y me recibí en el 2007, hice toda la carrera ahí.

- ¿Y saliste trabajando?

Durante los últimos 6 meses de cursada hice una pasantía para una revista para chicos que se llama Popstars. Y me gustaba estar en la redacción, con el tema del cierre. Era muy parecido a TEA pero ya era mi trabajo. En ese momento también estaba trabajando en gastronomía, trabajé 6 años como camarera. De esa manera viví, me pagué la facultad, me fui de viaje. Y cuando terminé renuncié a la revista, a mi otro trabajo y me estaba por ir a vivir afuera, pero decidí quedarme. Y empecé a trabajar en otro bar, en otro restaurante, hasta el año pasado.Paralelamente seguía estudiando y haciendo cosas de periodismo. Porque TEA te da un montón de cosas prácticas pero te faltan las teóricas. En ese sentido soy un poco autodidacta, no me gusta no saber.

Florencia estuvo de novia durante mucho tiempo. Cuando terminó la relación no sabía por dónde canalizar su tristeza y frustración. Entonces empezó a escribir todo lo que le sucedía. Llegó a escribir más de 200 textos. Primero empezó a publicar algunos relatos en su blog alteregoarg.blogspot.com y luego editó un libro “Siempre”.

“Nunca escribí nada, ni un diario íntimo porque tenía miedo que mi hermana me lo leyera y se le contara a mi mamá. Soy bastante reservaba, aunque en el blog parezca otra cosa. Me había enamorado profundamente y un día nos separamos. Entonces eso me provocómucha tristeza y yo la necesitaba sacar. Canalizar la angustia de mina, de mujer, no quería estar más así y empecé a escribir. Vivía en una casa grande en Buenos Aires, me quedaba todo muy grande, trabajaba y estudiaba de noche, entonces es como que también la paz y oscuridad de la noche me llevaba un poco para ese camino. No lo hice antes porque calculo que no sabía que podía hacerlo, no me creía capaz.

-¿Cómo surge la idea del blog y del libro?

Yo empecé a escribir y mucho después salió el blog. Luego el libro. Empecé a escribir y se lo mandaba todo a una amiga que es editora. Ella me decía que estaba bueno, que era para publicar. Y yo le decía ni loca, que eran mis tristezas. Eran todos cuentos ficticios pero que tenían mucho de la frustración y angustia que sentía en ese momento. En el 2009, ya hacía como 4 años que escribía para mí, y una amiga de la facultad me abrió un blog directamente. Y me dijo que publicara cualquier cosa, una canción, algún tema y bueno me lo abrió y empecé a subir y subir. Empezó a crecer el número de usuarios, de los clics y me gustó. Me entusiasmó que la gente me leyera y me mandaran mails diciéndome “esto está bueno”. No sabía que a la gente le podía gustar. Un día de aburrida que estaba empecé a mandar mails a tres editoriales. Mandé tres. Hice un intento, sino me sale, me sale y me salió. Al mes firmamos el contrato y salió el libro.

La contratapa de su libro expresa que los micro relatos que conforman “Siempre” representan una voz polifónica que retrata, sin más ni menos, la experiencia sensible. Las narraciones de Florencia Salvador buscan ahondar en las infinitas posibilidades del amor, creando una multiplicidad coral simple, precaria, sin mayores artilugios que la disponibilidad cotidiana de relatar aquellas sensaciones que atraviesan la vida de una mujer, lejos de caer en los lugares comunes. Una novela fragmentada en pequeñas reflexiones que interpelan con cada una de las ilustraciones de Agustina Guerrero. Amor, dolor, búsqueda, Siempre.

-¿Cómo salió la idea de agregarle ilustraciones a tus relatos?

Agustina es media familiar, primastra, pero es mi amiga sobre todo. Ella es también de Chacabuco, estudiaba diseño gráfico en la UBA y cuando estaba terminando la carrera su familia se mudó a España. Quiso rendir las equivalencias pero tuvo que hacer toda la carrera de nuevo. Recién ahora se recibe y le va a dar el título el rey de España. Al mismo tiempo que yo empecé a trabajar en periodismo, ella empezó a trabajar en diseño. Las dos tuvimos una ruptura amorosa al mismo tiempo y cuando le mandaba un correo electrónico ella agregaba un dibujo al texto.

-¿Cuál sería tu público?

Mi público es 100% femenino. Cuando presenté el proyecto dije que estaba destinado a mujeres mayores de 18 años. Profesionales, divorciadas, casadas, solteras, madres, estudiantes. Mujeres.

Florencia ya presentó su libro en Buenos Aires y en Chacabuco. El año pasado fue seleccionado para ser expuesto en la feria de Frankfurt. Escribió su segundo libro pero está en la etapa de edición. En la actualidad planea con su amiga Agustina escribir un libro de cuentos para niños. “Esto es una idea de ella, porque yo de chicos no tengo nada, un cuento literario es mucho compromiso. No le podes meter a un niño cualquier cosa en la cabeza. Es muy difícil, porque no sabes de qué manera le puede llegar y si le va a afectar o no. Es muy frágil un chico para leer o para que le lean. Yo no tengo hijos, ni sobrinos, ni nada”, cuenta Florencia.

Además trabaja como asistente de redacción de la revista Fuera de hora y se encuentra organizando un concurso de cuentos literarios. “Es sobre cuentos y micro relatos. Cualquier persona de cualquier edad puede participar. Está dividido en categorías. Pueden mandar lo que quieran dentro de los límites dispuestos. Hay un premio para cada categoría y los mejores textos se editan en un libro”, nos comenta.

http://www.alteregoarg.blogspot.com

http://concursobonaerense.blogspot.com/




viernes, 1 de abril de 2011

Un pergaminense que hace carrera en el fútbol grande



Nota publicada el domingo 06/03/11, en el suplemento "Zona",
del diario "La Verdad", de la ciudad de Junín, provincia de Buenos Aires.

Escribe: Magalí V. Laboret

Entrevista exclusiva para el diario La Verdad

De Juventud de Pergamino al Racing Club de Avellaneda

Brian Lluy nació en la ciudad de Pergamino. Su infancia siempre estuvo vinculada al fútbol. Jugó en Juventud hasta que, a los 12 años, su técnico Daniel García lo llevó a probarse a Racing. Debutó en primera división en el 2007 en un clásico frente a Independiente. Hoy a los 21 sueña con vestir la camiseta de la selección y jugar en el Barcelona de Messi.

-¿Cómo empezaste a jugar al fútbol?

-Arranqué a los 4 años en Juventud de Pergamino y estuve hasta los 12 ahí. Después mi técnico, Daniel García, me trajo a probar a Racing. Vinimos tres categorías a probarnos y quedamos sólo tres chicos, uno de Arroyo Dulce, otro Pergamino y yo. De los tres al final, a medida que fueron pasando los años quedé solo. Y en edad de quinta salté a primera, debuté a los 18 años contra Independiente.

-¿Qué es lo que más extrañas de Pergamino?

-La familia. Lo que siempre digo es: la familia, los amigos, las costumbres. El hecho de haberme perdido mucha parte de la infancia y de no tener la posibilidad, por ejemplo, como tiene cualquier persona de hacer un viaje de egresados o de compartir un asado con amigos. Lamentablemente nunca tuve la posibilidad de hacer eso. Pero bueno creo que fue más lo que gané de lo que perdí en este momento.

Hincha del equipo de su infancia, Brian afirma que siempre quiso jugar al fútbol. “Siempre tuve en claro que quería jugar al fútbol. No quería otra cosa. Me vine a los 12 años y mi vieja no quería saber nada. Mi papá siempre me dijo que la decisión la tenía yo y por suerte ganó eso”.

-A penas llegaste ¿cómo te sentías? ¿Extrañabas o te adaptaste rápidamente?

Me vine y obviamente extrañaba mucho. La primera semana yo estaba contento porque estaba en Racing, estaba feliz, no le daba importancia. Pero cuando pasó esa primera semana, cuando se pasó el furor, me empezó a caer un poco la ficha de la soledad. El pensar que si me enfermaba no tenía a mi vieja o de salir a la calle y no tener a mis amigos, no saber a dónde comprar, no saber manejarme en Buenos Aires, era todo nuevo.

-A penas llegas viviste en pensión. ¿Cómo fue esa experiencia?

-Pasé por todas las pensiones de Racing. Primero por Caballito, en una casa dónde vivíamos 30 chicos, después pasamos por un hotel. Hasta ahí había dos grupos y luego nos juntaron a todos en un hotel. Después se hizo la pensión nueva que está en el estadio.

-¿Te simpatizaba la Academia?

-Sí, mi viejo es hincha de Racing y mi abuelo que yo no lo conocí también. O sea que viene de familia. Yo cuando era chiquitito era hincha de Boca pero después dejé de darle importancia a eso. Y obviamente hoy me hice más que hincha de Racing. Me crié acá y le debo todo. Igual soy hincha de Juventud de Pergamino, que está en el Argentino B, descendió. Antes lo seguía, ahora no tanto. En un tiempo iba a la cancha, iba todos los fines de semana pero ahora tuve un nene y tengo otras ocupaciones y ya no puedo ir tanto a la cancha, ya no me da tanto, el nene ya no me deja.

Brian vive en Buenos Aires con Jorgelina, su novia de la infancia y también de la ciudad de Pergamino, Y con su hijo Valentín de apenas 7 meses.

-¿Hiciste muchos amigos en el fútbol?

Hice muchos compañeros, amigos no tantos. Obviamente tengo relación con muchas personas, tengo muchos conocidos, pero amigos no hice tantos. Somos de salir a comer, de juntarnos pero hoy en día me quedaron tres o cuatro nada más a los considero mis amigos y que más allá que no estén más en Racing soy de juntarme a verlos.

-De los técnicos que tuviste ¿con cuál te identificas más?

Caruso fue el que más me hizo jugar, el que me dio la continuidad y el que me dio la confianza que a lo mejor necesitaba. Creo que fue con el que más me identifiqué. Con Llop estuve poco, si bien debuté estuve muy poquito tiempo. Y con Miguel todavía no me termino de acomodar del todo. Si bien aprendo mucho y tomo todo lo que me dicen los técnicos todavía no me termino de acomodar.

-¿Cómo ves a Racing hoy a pesar del incidente del verano y de la lesión de Giovanni Moreno en primer fecha?

Yo creo que nos unió un poco todo lo que nos pasó. Las secuencias de cosas que nos pasaron nos sirvieron para unirnos como grupo. Todos tiramos para el mismo lado y esto nos termina de conformar, de consolidarnos. Tuvimos mala suerte en el verano, sufrir el fallecimiento de un compañero más, de nuestro masajista no fue fácil. Después la lesión de Gio en la primera fecha fue un golpe duro pero eso te ayuda a unirte y a salir adelante.

Durante la pretemporada en Open Door Racing sufrió la caída de un rayo que provocó la muerte de su masajista César Nardi. Brian se encontraba a un metro de él y también recibió el impacto. Fue trasladado al hospital de Luján muy conmovido y con su cuerpo casi inmóvil. “Estaba duro, no me podía mover. Yo estaba a un metro de César, me di vuelta y escuché el estruendo fuertísimo. Caí al piso y cuando abro los ojos lo veo tirado. Quedé muy aturdido y con el cuerpo cargado de tensión”, cuenta Brian.

-Hace tanto que estás en Racing, que ya pasaste por todas. ¿Racing no es un club fácil?

Pasé por todas en Racing, pasé por todas las situaciones. Pasé hasta no saber con quién hablar para que te hagan un contrato. Primero con la empresa Blanquiceleste con Marín, después pasó De Tomaso, luego hubo un órgano fiduciario y ahora asumió un presidente. Pasé por todas las etapas y en el medio jugamos una promoción. Ese día entraron al vestuario 20 personas, todas te prometían el mundo entero y después obviamente se terminó la promoción y no apareció nadie. Pero bueno son cosas que pasan en Racing nada más, pero por suerte de a poco se va acomodando. Hay persona que tiene buenas intenciones, ganas de trabajar y eso es lo que importa. Además está la hinchada que es impresionante. Es lo que más me gusta de Racing. Cuando vos entras a la cancha, te paras y ves la calidad y la cantidad de gente que hay se te pone la piel de gallina.

Aunque con Miguel Russo todavía no encuentra su lugar, Brian se esfuerza por estar entre los once titulares. No renuncia a su sueño de jugar en el exterior y de vestir la celeste y blanca de la selección. “Mi sueño máximo como futbolista es la selección. Eso sería único. Nunca me puse esa camiseta pero sería algo increíble, creo que todo jugador sueña con eso. Del exterior me gustaría el Barcelona, obviamente, son todos unos monstruos”.