"Un chacabuquense despliega todo su arte en Capital"
Leandro Gajate nació en Chacabuco y es integrante de Koufequín, un grupo musical para niños que se formó hace 5 años en Capital Federal. Es una banda que conjuga el rock, el punk, lo electrónico y el tango con una puesta en escena impactante. Luego de hacer murga, malabares en la calle y de animar fiestas infantiles se animó a formar parte de este gran show.
-¿Cómo empezó tu carrera artística?
-Una de las particularidades de mi carrera es que empecé de grande. Yo fui maestro de jardín de infantes siempre. En realidad empecé a trabajar con chicos a los 17 años, y tengo 37, así que hace 20 años que estoy en relación directa con el mundo de los niños. En un principio trabajaba en las colonias de verano en Chacabuco. Me vine a Buenos Aires a estudiar Comunicación Social y estaba alejado del mundo del arte, de lo creativo, bueno no tanto porque en la carrera hay bastante de creatividad. Hice durante tres años esa carrera y me sirvió muchísimo desde lo conceptual. Aprendí mucho de historia, filosofía y las materias que siempre me gustaban tenían que ver con un perfil artístico. Aunque siempre estuve relacionado con la música pero nunca había hecho nada. Ni aprender a tocar la guitarra ni nada por el estilo.
-¿Dejaste esa carrera?
-Sí, dejé la carrera de Comunicación cuando me recibí de maestro y empecé a trabajar. Yo las hacía las dos a la vez. En realidad lo que sentía es que me gustaba el arte, empecé a descubrir eso ya de grande. Ahí aprendí un poco de guitarra, me acerqué un poco más a las letras, empecé a escribir. Luego todo devino en que en el año ´98 me fui de viaje por el mundo, todavía sin saber que iba a cantar en una banda de música ni que iba a hacer canciones con la guitarra como hago ahora. En el viaje estuve en España, África y Holanda. Allí empecé a conocer a artistas callejeros, a personas muy relacionadas con el arte.
-¿Fuiste con esa intención?
-No. En realidad fui a hacer un viaje de turismo, a pasear. A conocer Europa y quería conocer África porque mis ancestros son de ahí. Fui con plata que ahorré trabajando como maestro doble turno. Fui en 1998 y volví a fines del ´99. Un año y medio.
El viaje a Europa modificó su modo de ver las cosas. Se conectó con su parte creativa y logró sacar toda su destreza en el contacto con los niños. Renovó sus animaciones de fiestas infantiles, le anexó malabares y música. De a poco fue creando su propio show.
-Cuando volviste de Europa, ¿te instalaste de nuevo en Buenos Aires?
-No, me instalé en Chacabuco por tres años. Ahí me dediqué a formar una murga que se llamaba “Guarda el parche” y fue en dónde terminé de desarrollar mi parte creativa en cuanto a lo musical. En el 2003 me radiqué en Buenos Aires y justo en uno de los trabajo me conecto con un compañero que tocaba la guitarra, hacía canciones para chicos. Después conocí a un amigo de él y así formamos Koufequín, una banda en la que ahora canto, actúo, hago malabares y compongo canciones. De a poco vamos creciendo.
El nombre de la banda se debe a un instrumento de viento de origen chino. Una especie de clarinete. El grupo está formado por cuatro integrantes: Ernesto Algranati (guitarra-voz-bajo-teclado), Mauro Conde (voz-guitarra-cuatro), Leandro Gajate (voz) y Federico Castro (Imagen).
-¿Cómo llegaste a formar la banda?
-En realidad la banda surgió como la posibilidad de tocar lo que nos gustaba. En el jardín dónde trabajábamos Mauro y yo, la directora nos dijo que hagamos algunas canciones en la feria de arte. Y dijimos qué mejor oportunidad para empezar a tocar, a pasar las canciones y a mostrar lo que cada uno hace. Y armamos un show para ese día. Eso fue en 2005 y tuvo muy buen eco en el público. Hay una canción que marcó mucho en el público que es la del “Tiburón Kanishka” que es de “Los Brujos” y nosotros le dimos como un vuelo infantil. Fue un éxito así del principio. El primer hit de la banda.
-¿Cómo definirías a Koufequín?
-Es una banda que hace música. Nosotros lo llamamos Pop, pero no pop en sentido en que es música pop sino porque abarca diferentes estilos. Pop en cuanto a mezcla de formas. Hay folklore, rock, música electrónica, baladas y hasta en una época cantábamos un tango. Tratamos de salir del típico lalalalala. Las canciones están arregladas musicalmente como si fueran para grandes, pero con temáticas del imaginario de los niños. Hablamos de piratas, del viaje al espacio, del bosque, de las gotas de lluvia, de los dinosaurios. Es una banda de rock pero para chicos.
-El ser maestros de jardín los ayuda mucho.
-Totalmente. Tenemos ida y vuelta con el público, porque son muchos padres que nos ven todos los días en el jardín. Nuestro público son los chicos que van al jardín, sus amiguitos y sus conocidos. A veces estamos haciendo una canción y se la mostramos a los nenes a ver qué les parece. Tenemos la posibilidad de equivocarnos y volver a rehacerla. En ocasiones son los chicos quienes proponen canciones que después se hacen de Koufequín. Un poco ese es el juego que les proponemos. Se tiene mucho cuidado es de la composición, las temáticas son infantiles. La música es música, para grandes y para chicos. Les gusta a los dos.
-¿El show es sólo musical?
-El show tiene la particularidad de ser Pop también. Porque tiene mucho de imágenes, música, actuaciones. Durante toda la función hay una pantalla gigante que es parte de la escenografía y en la cual todo el tiempo se proyectan imágenes que en el momento las va creando Federico. Él es VJ, o sea va creando las imágenes a medida que van pasando las canciones. No es que tiene un video ya hecho para cada canción y pone play. Tiene por ejemplo un teatro y se filma con una cámara que maneja otro chico y filma unos títeres que él hace y eso mismo lo va reproduciendo en la pantalla. Entonces el público flashea mucho con eso porque lo ven a él haciendo los títeres y esos títeres a su vez hablan de algo que dice la canción y están como ilustrando lo que nosotros cantamos. Tiene mucha vorágine y velocidad el show. Y eso está buenísimo.
-Hacen mucho hincapié en lo visual.
-Siempre lo visual tiene mucha importancia. Es diferente de lo que hace otra banda que a lo mejor hace sólo música o un grupo de teatro que hace sólo imagen. Esto conjuga las dos cosas, más algo de actuación.
Koufequín se presenta en teatros, festivales y ferias infantiles. Para este año planean presentar su segundo CD. Cuentan con una página en Internet (www.koufequin.com) dónde se pueden escuchar sus canciones y dónde hay muchas interactividad.
-¿Pensaste alguna vez en llevar el show a Chacabuco?
-Los chicos conocen la ciudad y les encanta. La verdad que ir a Chacabuco con Koufequín es un sueño todavía no cumplido. El sueño es ir por toda la zona y poder mostrar nuestro show.
Magalí V. Laboret
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